El juego es una actividad que hemos realizado todos los humanos, algunos en mayor grado que otros, ha estado entre nosotros desde nuestros ancestros. Si recordamos un poco nuestras clases de historia podemos encontrar en nuestra cultura el juego de pelota, en otros lados del mundo han encontrado objetos que los especialistas han concluido que se usaban para jugar, por ejemplo; al sur de Mesopotamia en excavaciones de tumbas reales encontraron uno de los juegos más antiguos, el juego real de Ur. El juego original se encuentra en el Museo Británico de Londres, se jugaba entre dos personas, cada una de ellas con siete fichas blancas o negras, al estilo del ajedrez o las damas y con tres dados piramidales.
Jugar consiste en hacer algo por el puro placer de hacerlo y hacerlo libremente, sin esperar nada a cambio, más que el propio placer de jugar, solo por el reto que supone, por la alegría y la felicidad que desprende. Así lo define la autora Imma Marín en su libro ¿Jugamos?.
En pocas palabras, “jugamos por jugar”.
La importancia del juego.
En los niños y las niñas, el juego es una de las actividades que realizan de manera cotidiana, Jean-Jacques Rousseau en su obra Emilio menciona “Los niños piensan, sienten, actúan y se expresan a través del juego”; por consiguiente, el juego es básico para un adecuado y normal desarrollo del niño, aporta una buena parte de la estimulación que necesita su cerebro para crecer y aprender. Muchos especialistas consideran que el juego es un gran aliado para el aprendizaje, ya que permite a los niños explorar y experimentar de manera segura, analizar situaciones, y resolver problemas.
Como hemos mencionado en un post anterior sobre el juego, este contribuye al desarrollo psicomotor, intelectual, afectivo y social de los niños. además de estos algunos autores agregan el desarrollo de la creatividad.
- Desarrollo psicomotor (motricidad): El juego les permite ir comprendiendo su funcionamiento corporal, algunos juegos incorporan capacidades como el equilibrio y la coordinación.
- Desarrollo intelectual (inteligencia): Estimula el pensamiento, la capacidad creadora y ciertos aspectos que se vinculan con el aprendizaje, como activar la memoria.
- Desarrollo afectivo: El juego les permite tener una libre expresión, lo que les permite expresar deseos, sentimientos, conflictos y pueden recrear situaciones que han padecido.
- Desarrollo social: El niño y la niña a través del juego establecen relaciones como pares, aprenden normas y reglas que generan pautas en los intercambios sociales con otros, como guardar turno, resolución de conflictos y les permite ir desarrollando la empatía.
- Desarrollo de la creatividad: El juego es un modo de expresión de la creatividad que se da de manera espontánea y natural, a través de él, el niño genera escenarios para sus fantasías. En nuestro artículo sobre la creatividad detallamos acerca de este tema.
El juego es un tema muy amplio donde muchos autores tienen diferentes puntos de vista entre ellos Piaget, Vygotsky, Freud, Montessori y Malaguzzi, mas adelante hablaremos de ellos con especialistas.
Para terminar solo quisiera citar al pedagogo Francesco Tonucci. Él considera que el trabajo de los niños es el juego y que debería de tener el mismo reconocimiento y dignidad que las labores de la vida adulta.
Como adultos podemos ayudar a que esto se vuelva realidad, así que ¡Vamos todos a jugar!.